La costa de Croacia menos turística y más fascinante

A un paso de Italia, la Croacia es un destino turístico privilegiado para todos los europeos gracias a la belleza de sus paisajes y su clima suave.

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Cuenta con casi un millar de islas (de las cuales 50 están habitadas) y miles de kilómetros de costa con playas encantadoras y aguas cristalinas, siendo un destino predilecto para muchos jóvenes gracias a la diversidad de entretenimiento que ofrece, con localidades dedicadas a la vida nocturna, fiestas en la playa y festivales musicales.

Pero en esta tierra fascinante, aún existen lugares por descubrir, localidades menos concurridas que pueden deparar maravillosas sorpresas. Veamos algunas.

Rovinj es una hermosa ciudad istriana a solo 530 kilómetros de Italia.

Con el tiempo ha mantenido intacto su encanto, conservando un casco histórico que recuerda la arquitectura veneciana y austríaca con imponentes palacios.

Una visita a la ciudad descubre maravillas: el laberinto de callejuelas empedradas del centro, la plaza de la Torre del reloj, la hermosa Iglesia de San Eufemia.

También se puede ver el Monasterio de los franciscanos, un maravilloso edificio barroco que alberga obras valiosas en su interior.

Sus playas también son muy hermosas, la Bahía de Lone se encuentra en el área protegida del parque de Punta Corrente a pocos minutos de la Plaza Tito, en el centro de la ciudad.

Es una ensenada tranquila con una playa de grava y un mar cristalino con tonalidades que van del azul turquesa al verde.

La bahía está equipada con bares, pedaletas, campos de tenis y pequeñas embarcaciones para alquilar. Desde la playa se ve el centro de Rovinj y la isla de Santa Catalina.

Otras playas: la Playa de Stari Grad en la parte occidental del casco antiguo, la playa de Monte a 100 metros de la iglesia de San Eufemia o la playa de Skaraba, inmersa en un hermoso pinar.

Vrboska es una aldea del municipio de Jelsa en la isla de Hvar. Es conocida como la "Venecia croata" porque hay una serie de puentes que conectan las dos partes de la localidad que está atravesada por un canal.

Bellísima es la bahía que marca todo el litoral con playas de guijarros blancos y rocas planas. Aquí la vida transcurre lenta, por lo que es el lugar ideal para unas vacaciones de total relajación y mar.

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No hay locales nocturnos, solo pequeños bares a pocos pasos de la orilla. Cada día se organizan excursiones en barco para alcanzar otras bahías de la isla o visitar las islas cercanas.

La isla de Silba se llama "la puerta de la Dalmatia" y toma su nombre del único pueblo habitado que en invierno cuenta con alrededor de 200 habitantes.

En el centro de la isla se erige el único monumento: la Toreta, una torre de 15 metros de altura, símbolo de la isla y monumento al amor.

La leyenda dice que fue construida por un marinero para su futura esposa, para que pudiera esperar su regreso observando el mar, pero la mujer, cansada de esperar, se casó con otro.

En este pedazo paradisíaco de tierra, no hay coches, se camina a pie por los bosques o las hermosas bahías donde alternan playas de grava o de fina arena y en las aguas cristalinas del mar, no es raro ver manadas de delfines.

En la isla no hay hoteles, solo una única casa de huéspedes y muchos alojamientos privados que se alquilan. No faltan los bares y restaurantes típicos de la Dalmatia.

Entre Bosnia y el Montenegro existe un rincón oculto de Croacia: el valle de Konavle, a solo 15 kilómetros de Dubrovnik.

Campos exuberantes y filas de viñas acogen al viajero en este hermoso valle, famoso por su exquisito y delicioso vino Malvasía.

Durante las excursiones se pueden visitar las bodegas y degustar vinos acompañados de platos locales.

Entre los muchos pueblos agrícolas que se pueden visitar está Cilipi, un pequeño pueblo de casi 1000 habitantes que conserva tradiciones antiguas.

En la plaza del pueblo, cada domingo se realizan espectáculos de folklore y allí se encuentra la gran Iglesia de San Nicolás, la más grande del valle.

A pocos kilómetros de Cilipi se encuentra Cavtat (Ragusa Vieja). Las dos localidades están conectadas por una pista ciclabre y se puede llegar de una a otra también a pie.

Esta localidad fue fundada por los romanos en el siglo VI a.C. y hoy se desarrolla alrededor de un pequeño puerto con áridas colinas a sus espaldas.

Molunat es un hermoso pueblo de pescadores que cuenta con aproximadamente 200 habitantes. Aquí las casas dan todas al mar, que, dada la ubicación, es tranquilo y cristalino, ideal para unas vacaciones relajantes.

Es la isla más grande de su archipiélago que cuenta con 36 islas. Dada su ubicación (está situada en el bajo Adriático y es la más alejada de la costa), sigue siendo un "lugar escondido" de Croacia, no presa del turismo masivo. Los romanos la llamaban Isla Imperial por las bellezas que la Madre Naturaleza le ha dotado: acantilados empinados, densos bosques verdes, mar azul cristalino y hermosas y arenosas playas.

En Ubli está el único puerto de la isla. Quien llega a la isla no puede dejar de visitar el pueblo de Lastovo con sus "fumari", chimeneas en los techos de las viejas viviendas que a menudo terminan con las caras de los propietarios de la casa y servían para mantener alejado el mal de ojo.

En Lastovo se pueden practicar varios deportes: hay carriles bici, senderos para hacer senderismo o escalada, pero también es posible practicar inmersiones para explorar los ricos fondos en la bahía de Zaklopatica a dos kilómetros de Lastovo, o relajarse en las playas de Sapun y Skrivena Luka. Otra peculiaridad de la isla son las muchas, hermosas y antiguas iglesias.